Un beso frío,
en la rigidez te di,
con tu piel pálida,
el silencio vio.
Te amaba siempre,
en el estrecho camino,
ojos que no mienten,
se fijo el destino.
Inédito sentimiento,
yace en la eternidad,
vaivén de estabilidad,
amargo sabor extinto.
Inclemente el tiempo,
soberana despedida,
cruel recuerdo,
no hay salida.
Hoy ha llorado el alma
y aquí sin más ánimo,
alucina la calma.